Reseña 'Blanco como la Nieve' de Salla Simukka

¡Feliz Sábado, ciudadanos! Y, por supuesto, feliz puente, espero que os los estéis pasando de maravilla. Volviendo a recoger ese ritmo de lectura que había perdido en las dos últimas semanas, llego con una nueva reseña. Se trata de la segunda parte de Rojo como la Sangre, libro que me dejó chof ya que, tras las buenas críticas que cosechaba, tenía la impresión de encontrarme ante una trilogía que me robara el aliento a cada paso que daba. No fue así y, al seguir con la segunda parte, una parte de mí deseaba encontrar los motivos por los cuales esta trilogía está teniendo tanto éxito. Sigo sin encontrarlos, aunque no os digo que los libros no están siendo entretenidos, están bien para pasar un rato. ¿Queréis saber más de mi opinión? Sigue leyendo más abajo:

AVISO: Si sigues leyendo encontrarás spoilers del libro anterior

Título: Blanco como la Nieve
Título original: Valkea Kuin Lumi

Trilogía/Saga: Sí

Autor: Salla Simukka

Editorial: La Galera

Páginas: 264

Precio: 17,95€

ISBN: 9788494185717

SINOPSIS: Han pasado más de tres meses desde los sucesos de Rojo como la sangre. Casi todos consideran que Lumikki Andersson está muerta. Ella, aún con las secuelas del tiro recibido, ha huido a Praga, donde actúa como una joven mochilera más, en mitad de una increíble ola de calor (lo que resulta irónico, cuando Lumikki viene de una Finlandia atrapada en la peor ola de frío en muchos años). Un día, en un café, una chica se le presenta y le dice de buenas a primeras que es su hermanastra. Lumikki es escéptica, pero sabe que en su familia hay muchos secretos, por lo que decide oírla. Poco a poco se harán buenas amigas, y poco a poco la amiga irá introduciendo a Lumikki en un mundo realmente peligroso: el de las sectas, al cual Lumikki se ve arrastrada. Hasta que un día descubre un terrible secreto: los líderes de su secta pretenden organizar un suicidio colectivo de todos los miembros. Y lo que es más: alguien en la sombra planea obtener grandes beneficios de la masacre.

En cuanto terminé de leer el primer libro de esta trilogía, acabe un poco desorientada. Me encontré con una historia muy diferente a lo que me imaginé después de ver sinopsis, opiniones y buenas críticas, una historia que, si bien tenía pequeñas dosis de acción, no me había maravillado tanto como a otros muchos lectores. Aún así, tenía la segunda parte esperándome, sabiendo que me iba a encontrar con la misma protagonista pero con una historia y ambiente diferente. Supongo que ese fue el primer fallo que le encontré a estos libros, creía que esta trilogía iba a ser contada del tirón y no dedicar un libro a una trama, finalizarla y, en la segunda parte, meternos en nuevos líos. Sin embargo, siempre hay que respetar la decisión de la autora, ya que para algo es ella la creadora, y aceptar que Lumikki se meterá en problemas diferentes en este libro y en el siguiente. Y como toca hablar de esta segunda parte, tengo que deciros que me he encontrado en la misma situación anterior, con una historia que flojea en varias ocasiones, que es escasa de sorpresas y que me sigue diciendo poco. Desde luego, esta lectura no está siendo para nada lo que yo quería.

Después de que Lumikki saliera con éxito de una trama llena de contrabando de drogas, falsificación de dinero y de una muerte segura, ahora está en Praga, disfrutando de unas merecidas vacaciones, Sigue en contacto con su amiga Elisa a la cual siempre recordará por haber sido la causante de un cambio mucho más peligroso que hubo en su vida meses atrás. El peligro ha dejado de perseguirla, o eso piensa, mientras recorre las calles de la capital de la República Checa y se empapa de una nueva cultura, ambiente y gente. Cuando se da cuenta de que una chica desconocida la ha estados iguiendo durante un par de días, lo único que esperaba saber es que trae un mensaje consigo que vuelve a revolotear todo a su paso: dice ser su hermana. Al principio Lumikki cree que la chica se ha equivocado de persona pero, cuando empieza a contarle cosas sobre su padre y unos recuerdos encerrados en su mente salen a la luz para desvelar algo que, según Lumikki, nunca ha pasado, empieza a creer que realmente esa chica llamada Zelenka es su hermana. Sin embargo, la llegada de Zelenka traerá con ella un nuevo misterio por resolver. La chica vive en una casa extraña, que parece casi abandonada, con gente hostil que no ve a Lumikki con buenos ojos. Y, cuando de casualidad, sea testigo de un "accidente" que mata a uno de los familiares de Zelenka, empieza a comprender que algo no va bien. Es entonces cuando conoce a Jiri, un periodista ambicioso que va detrás de la exclusiva que podría otorgarle un reconocimiento mundial, investigando los pasos de una secta llamada la Familia Blanca. Juntos irán descubriendo nuevas pistas que harán que ambos se acerquen cada vez más a esta secta con precedentes, siendo, una vez más, perseguida y poniendo su vida en peligro de muerte. Pero, ¿qué hacer cuando descubres que Zelenka puede ser una pieza clave en todo este rompecabezas? ¿arriesgará Lumikki su propia vida por una persona a la que apenas conoce pero que, de algún motivo, reconoce como hermana?

Si en la entrega anterior nos habíamos metido en una trama corrupta, donde la mafia, el dinero, las infidelidades y en donde vemos que nunca se puede conocer a una persona al completo, por mucho que digas que sí lo haces, Salla Simukka da un cambio total para dejarnos en la ciudad de Praga, con una historia que vuelve a despertar los recuerdos del pasado, haciendo que Lumikki tenga que luchar contra la sensación de añoranza y salga adelante, superando sus miedos e inseguridades mientras se descubre también a sí misma, a la vez que el susurro de una secta la devuelve al centro del peligro y las persecuciones en un intento de salvar aquello que más necesita, su apoyo para no volver a desmoronarse. Tal y como ocurre en Rojo como la Sangre, Blanco como la Nieve vuelve a utilizar la narración en tercera persona, moviéndose por diferentes visiones, no centrándose exclusivamente en la de Lumikki, para poder ver diferentes aspectos de esta nueva trama al igual que diferentes personajes. Desde el principio, Simukka nos mete de lleno en el nuevo problema que intervendrá en la vida de Lumikki con la aparición de ese nuevo personaje que dice ser su hermana, Zelenka. Al empezar con esa fuerza y esa pequeña sorpresa pensaba que la lectura iba a ser algo más misteriosa que la anterior y que me mantendría mucho mas enganchada a las páginas. Sin embargo, no podía estar más equivocada. No entiendo porqué, pero la autora recurre mucho a las introducciones y eso hace decaer mucho el ritmo de lectura. Desde que conocemos a Zelenka, el argumento se resume en observar los parcos movimientos de Lumikki por el nuevo ambiente, conocer algo de Praga y rememorar una historia de amor pasada que le rompió el corazón a nuestra chica. Cuando evoca esos recuerdos y tenemos un capítulo lleno de ellos, no me ha molestado mucho. Es más, lo veía necesario para poder conocer más a Lumikki ya que es un personaje con la cual no terminé de conectar en el primer libro y hasta lo agradecí ya que me parecieron datos interesantes. Pero, más adelante, ese pasado sigue apareciendo y al final acaba siendo lago pesado y aburrido, haciendo que la trama se vuelva monótona en los primeros instantes. Es un libro al cual le cuesta arrancar, andando despacio y sin dejarnos una lectura ágil y llevadera. No os digo que el libro carece de misterio, porque lo tiene, pero no es nada sorprendente ni exquisito. De vez en cuando, a medida que las páginas van avanzando, hay esas diminutas dosis de acción que también decoraban la trama del primer libro, alternando estilos de ritmo en la lectura. Por un lado, Blanco como la Nieve me ha parecido una segunda parte interesante y, debido a que no tiene un número alto de páginas, se puede leer en un rato si te pones a ello. Pero es que la historia en general no dice nada, no me da ninguna frescura, sigo sin ver originalidad, no existe esa tensión de persecuciones y peligros constantes, es muy light, y tampoco hay giros argumentales que de dejen anclada en el asiento a causa de la emoción principal que en otros libros he sentido. Tengo que decir que los capítulos finales han sido, para mí, de lo mejor. Es ahí donde habrá más movimiento y ligereza, es donde los problemas van a estar más presente y son los momentos que más enganchada me han tenido.

Blanco como la Nieve sigue la línea del libro anterior, un libro que comienza siendo directo pero que afloja muchísimo a partir de ahí, dejándonos con una trama simple y sosa, llegando a la repetición de pensamientos y escenas, con un misterio sobrevalorado que no termina de saberme bien.

Recurriendo de nuevo a hablar acerca de los detalles que no me han gustado, decir que hay un grave problema a la hora de llevar el misterio. No entiendo porque la autora quiere contar la trama desde diferentes puntos de vista. Ha sido una decisión pésima porque podría haber sacado muchísimo jugo a una historia que carece de misterio porque desde el primer momento ya se sabe quienes son los que andan detrás de Lumikki y de esta secta llamada Familia Blanca. A mi me gusta que, si hay un toque misteriosos, que este exista, que haya pistas, personajes simpáticos al principio de los cuales poder sospechar sin que sean fáciles de localizar como culpables. Y que Salla narre diversos fragmentos de capítulos desde la perspectiva de aquellos a los que considero "los malos de la peli", ha sido un erro grandioso. El otro fallo está en el comportamiento de Lumikki cuando pensaba en esa persona a la que una vez amó y se da cuenta que, en el fondo de su corazón, aún sigue amando. Y lo considero como algo malo no en su totalidad, sino cuando Lumikki no hacía más que compadecerse de haber perdido a esa persona. No me ha gustado su manera de pensar sobre sí misma, de dar pena cada vez que sacaba el tema, simplemente no lo he aguantado mucho. Es una pena porque en Rojo como la Sangre me había parecido una chica valiente dentro de sus debilidades y, haciendo esto, esa fuerza ha disminuido un poco.

La pluma de Salla Simukka me sigue pareciendo extraña. O es esa traducción la cual había mencionado en al reseña le libro anterior. Aparecen de nuevos esas frases en inglés salteadas, que luego tienen su respectiva traducción abajo, a pie de página. ¿No hubiera sido mejor traducir la frase en inglés y poner al lado algo como "dijo en inglés"? No sé, es ha sido en esta trilogía cuando me he encontrado algo así y al verdad es que es desconcertante. Mientras tanto, en esta ocasión la autora ha sido algo más pausada a la hora de describir escenas, incluso repitiendo palabras o expresiones. Ha sido directa al principio y en general, pero no ha terminado de cuajar su manera de crear un misterio y de dejar sorpresas, sigue sin conseguirlo.

En cuanto a los personajes, otra vez estamos ante unos secundarios muy planos. Lumikki es la que más destaca, obviamente, pro todavía no me termina de convencer. Es una chica impulsiva que sabe que está sola en el mundo y que no se quiere dejar ayudar por la gente por miedo a que entren en su vida, se la destrocen y se vayan para siempre. Por lo visto no le da miedo el peligro ya que se aventura hacia cualquier boca del lobo, siempre conservando su persona y la sensatez, por supuesto. Aunque aquí no lo pasa tan mal, es ingeniosa a la hora de deshacerse de su perseguidor y volverá loco a más de uno por ser tan escurridiza.

En esta segunda parte tenemos a nuevos personajes como Zelenka, la chica que dice ser hermana de Lumikki. Es una chica bondadosa que no haría daño a nadie, pero muy crédula y demasiado soñadora. Cree en Dios y en la idea de que éste le espera en un paraíso hecho solo para ella y su familia, algo que no me ha gustado nada de nada; después está Jiri, el joven periodista. Ambicioso, quiere hacerse con la exclusiva a toda costa. Es amable y algo simpático con un toque de picardía, algo que me ha encantado.

En definitiva, Blanco como la Nieve es un libro en el cual tenía puestas una esperanza de mejoría y que ha vuelto a dejarme insatisfecha. Libro que anda a pasos cortos al principio, sigue teniendo un misterio al cual se le podría haber sacado muchísimo más si no fuera por esa manía de narrar desde diferentes puntos de vista. Tiene un final agradable que te anima a leer la tercera y última parte, algo que haré para no dejar descolgada a Lumikki, pero esperaba mucho más de esta historia.

¡Muchas gracias a La Galera por el envío del ejemplar!