¡Viernes de reseña! En esta ocasión os traigo uno de los dos libros que gané en un sorteo realizado por el blog Los mundos de Chibita: La gramática del Amor de Rocío Carmona. Lo elegí como siguiente lectura por el simple hecho de que no tenía ni idea de qué es lo que me iba a encontrar al leerlo y porque ya era hora de volver a leer algo nacional. La portada tiene algo que me gusta, así que me lancé con él. La Gramática del Amor me ha parecido un libro normal, que ha estado bien pero que no me ha aportado nada nuevo en una historia donde el amor es importante. Por aquí os dejo los datos antes de continuar la reseña:
Título: La Gramática del Amor
Trilogía: No
Autor: Rocío Carmona
Editorial: La Galera
Páginas: 280
Precio: 17,95€
ISBN: 9788424647940
SINOPSIS: La gramática del amor. Se estudia con el corazón, pero solo hay una manera de aprobar el examen: vivir.
Nada más comenzar el libro, los acontecimientos me han parecido precipitados, con un desamor que no tiene demasiada introducción, sino que es instantáneo y que se describe en apenas dos páginas. Me hubiera gustado que la autora se hubiera pausado un poco más y me hubiera explicado mejor como empezó esa relación entre la protagonista y el chico que, más tarde, le hará una jugarreta amorosa. A partir de ahí, la historia no ha variado y se ha mantenido en la misma línea, la trama se convierte en previsible la mayor parte del tiempo puesto que no se complica demasiado la vida y lo único que haremos será acompañar a Irene en una lucha constante con sus sentimientos, los cuales me han confundido en todo momento, en un cambio de su modo de ver el amor tras el fiasco inicial y donde disfrutaremos de esas clases extra escolares en las que se ve obligada Irene a asistir, que es la parte que mas me ha entretenido. Aún así, el libro se me ha hecho ameno, no he notado pesadez ni lentitud, aunque si que me he llegado a frustrar en ocasiones. ¿Por qué? Por la protagonista, una chica que no se decidía por nadie confusa desde el principio. Empezó enamorada perdida de un chico que al final le hizo daño de la peor manera posible y, luego, empezó a sentir algo por una persona que yo no llegaba a entender como era posible eso. Mientras tanto, otro chico se interesaba por ella, pero Irene lo único que hacía era quitárselo de encima lo más egoísta posible para, más adelante y de la noche a la mañana, empezar a tontear con él. Pero esto no acaba aquí, porque entra en escena otro chico por el cual no siente absolutamente nada pero, solo por la diversión y con la excusa de ser una Irene nueva, se enrolla con él y hasta se medio desnuda. Luego vuelve a cambiar y solo está centrada con un chico, pero se pone celosa porque otro de sus pretendientes está "embobado" por otra chica. Resumiendo, que la protagonista me ha tenido más que mareada y le he tenido que dedicar alguna palabra no muy amable además de provocar que la historia ambientada en una escuela, esté llena de topicazos adolescentes.
Para mí este libro ha merecido mucho la pena leerlo por las referencias que hace Rocío a clásicos literarios, desde Jane Eyre de Charlotte Brontë, pasando por Orgullo y prejuicio de Jane Austen hasta El Amor en los Tiempos del Cólera de García Márquez. Con ellos, y haciendo que Irene haga redacciones o composiciones, analizando todas y cada una de las novelas que aparecen, yo también he conseguido captar la variedad que hay en el amor que se pretende mostrar, al igual que disfrutar de las novelas de una manera diferente y siendo más consciente del mensaje que quieren dar en realidad. Por otra parte, me ha resultado curioso que la autora haya introducido pequeños detalles sobre la vida de los autores que utiliza y menciona, los cuales no se realmente si son ciertos, pero que me han parecido muy interesantes y entretenidos.
A pesar de que La Gramática del Amor no me ha llegado como quizás le ha llegado a otra gente, quiero seguir degustando a esta escritora. No se como será su modo de escribir en sus otras novelas, pero la pluma que ha usado en esta ocasión es muy simple, como ya he dicho antes, sin querer complicarse la vida y exponiendo lo que ha querido desde el momento en que empezó a escribir este libro sin pararse a detallar las cosas o el espacio donde se mueve la historia. Los diálogos me han fallado también, alguna vez ha conseguido que sacase una sonrisa, pero son conversaciones típicas de adolescentes de esa edad que me han parecido un poco tontas e infantiles.
La Gramática del Amor empieza cuando Irene, una chica española que ha tenido que ir a un internado británico por el divorcio de sus padres, se lleva su primer chasco amoroso. La cosa empeora cuando, en clase, Liam y sus amigos populares se burlan de ella emulando una carta de amor que había escrito Irene. Ella no hace otra cosa más que correr llorando por la vergüenza de haber sufrido eso delante de toda la clase pero justo cuando llega a un acantilado, el profesor que había salido detrás de ella, la agarra por miedo a que se vaya a tirar. Irene, por supuesto, no tenía esa intención pero Peter Hughes no es un profesor que se de por vencido fácilmente y consigue que Irene asista a su despacho todos los Miércoles por la tarde para hacer algo especial. Lo que no sabe Irene es que Peter tiene la intención de enseñarle la llamada Gramática del Amor usando novelas clásicas. Poco a poco, Irene se irá haciendo más cercana a su profesor mientras tiene que lidiar con Marcelo, un chico que tampoco se da por vencido rápidamente.
Ya he dejado bien claro que no he empatizado mucho con Irene. Es un personaje que se ilusiona muy rápido con cualquier chico que le de la más mínima señal, aunque la señal no signifique nada. Es indecisa, no sabe bien que camino escoger, así que lo intenta con todos hasta que vuelve a tropezar. Ha demostrado que es una buena amiga, que se preocupa por la gente que más próxima está de ella y que es valiente, pero la he visto como que viaja de flor en flor, que no le importa probar el néctar de cada una de ellas y, encima, ser egoísta de vez en cuando.
En realidad no he conseguido conectar con ningún personaje. Tenemos a Peter, el profesor de la gramática del amor, un hombre que también ha pasado por lo suyo, que se preocupa por sus alumnos y que me dejó sorprendida por el gusto musical que tiene. Marcelo es un chico que se irá convirtiendo poco a poco en un indispensable en la vida de Irene, a pesar de comenzar siendo rechazado un poco a gritos por la misma. Cuando lo conocemos da la impresión de que no tiene ojos más que para el atletismo, pero luego se va descubriendo que también tiene otras pasiones y que ha pasado por algo similar a lo que ha pasado Irene. No he tenido la ocasión de conocer personalmente a un inglés, desconozco sus comportamientos y solo los he visto en películas o series, pero creo que Rocío ha dado en el clavo con el personaje de Martha, una inglesa de los pies a la cabeza. Le gusta la fiesta, pegarse buenas juergas en la habitación con un par de chicos y una cerveza al lado y estar así durante toda la noche. Y Liam, ese chico que jugará con Irene y del cual yo pensaba que iba tener mucho más protagonismo pero que al final solo ha servido para dar inicio a la historia de Irene.
La Gramática del Amor es un libro para cogerlo en tu tiempo libre, entretenerse con la historia y disfrutar de la nueva visión de los clásicos, los cuales te dejan algo para que lo pienses con detenimiento más tarde. Es un libro con una trama sencilla, que se queda corto en descripciones y escenarios, pero que es directo y que sabe transmitir lo que Rocío quiere.
Hola. Conocia el libro pero no me llama la atención, pero si espero leer algo de la autora más adelante.
ResponderEliminarSaludos
Lo leí hace mucho, porque mi madre leyó que era un libro para lectores, es decir, que citan a otros libros y eso... El libro en sí no me gustó mucho, pero quizás es porque era muy pequeña xD Me alegro de que a ti te gustara ^^
ResponderEliminarUn beso!
Es el que me queda por leer de la autora y tiene una sinopsis interesante, así que lo leeré cuando pueda :)
ResponderEliminarBesitos
No hace demasiado tiempo que lo leí pero se ha convertido en uno de mis libros favoritos. Un besote :)
ResponderEliminarNo me llama mucho y por lo que dices menos. Un beso!
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