¡Hola de nuevo, ciudadanos/as! ¿Estáis llevando bien este miércoles? Ya estoy de nuevo por aquí con una nueva reseña, que ya os comenté el lunes pasado que tenía algunas pendientes y las iba a ir publicando a lo largo de esta semana. Hoy le llega el turno a Wink Poppy Midnight, una de las últimas novedades de la editorial VR Europa en nuestro país y un libro del que no había leído mucho. Ha sido una lectura muy fresca y ágil que, aunque creo que podría haber dado mucho más de sí, no ha sido una mala lectura... solo extraña. ¿Queréis saber más? ¡Os dejo mi completa opinión aquí debajo!
Título original: Wink Poppy Midnight
Trilogía/Saga: No
Autor/a: April Genevieve Tucholke
Traductor/a: Silvina Poch
Editorial: VR Europa
Páginas: 224
Precio: 15,95€
ISBN: 9788412214819SINOPSIS:
En todas las historias hay un HÉROE.
En todas las historias hay un VILLANO
En todas las historias hay un MISTERIO.
Wink es la chica rara y enigmática del vecindario. La chica que lee demasiado. Poppy es la rubia arrogante y manipuladora que consigue todo lo que se propone. La chica que se quiere demasiado. Midnight es el chico dulce y sensible que duda demasiado. Está atrapado entre las dos. Deja que las voces de los tres protagonistas te sumerjan en una trama que, como todas las historias, gira en torno al amor, la justicia y la venganza. Deja que la tentadora prosa de April Genevieve Tucholke despierte tus sentidos y te acune ahí donde se cruzan verdad, mentira, magia y realidad.
Normalmente este es el espacio que me dedico a deciros de qué va este libro con mis palabras. Mi propio resumen, la historia narrada por mí. Sin embargo, no teno ni idea de qué contaros sobre este libro para no caer en el spoiler o revelar demasiado. Os podría hablar de Wink, la chica pelirroja que vive en la granja de al lado, libre y con un montón de hermanos y hermanas, que se pasa los días con un libro en la mano, su pelo rizado enredándose con el viento, vistiendo ropa vintage y creyendo en la magia de los cuentos clásicos. Podría hablaros de Poppy, la chica rubia y popular del instituto, aquella que todos los chicos desean. Rica, guapa y perfecta. Aunque no todo es lo que parece. Porque Poppy es también la chica de las peores pesadillas, cruel, manipuladora y con una mente tan afilada como el puñal que te clava por la espalda. O podría hablaros de Midnight, el chico que está en medio, entre la dulzura de Wink y la amargura de Poppy, el chico que intenta alejarse del daño e intenta encontrar su equilibrio. Podría hablaros de los tres, tanto juntos como separados, de su próxima aventura, sus descrubrimientos. De la venganza, la redención, y el perdón. Podría hablaros de casas encantadas, de fantasmas, de dibujos que hablan. Pero creo que lo mejor es que todo ello lo conozcáis leyendo el libro.
April Genevieve Tucholke es una autora que siempre me ha llamado la atención, pero hasta ahora nunca he tenido la oportunidad de leer algo suyo. Wink Poppy Midnight es un libro que correteaba por mi wishlist desde hace bastante tiempo, tenía algo que me llamaba muhísimo la atención, algo por el que quería leerlo en algún momento. En estos días, y en reseñas anteriores, ya os he comentado que en este verano me ha dado por buscar y encontrar historias con esa atmósfera spooky que tanto estoy disfrutando, historias con brujas, hechizos, leyendas y situaciones paranormales. Sabía que Wink Poppy Midnight tenía algo de eso, aunque he de reconocer que es un libro del que sabía poquito. Ya había leído opiniones dispares de él, de gente que decía que había disfrutado de la lectura y de otra gente que comentaba que no le había gustado, así que no sabía muy bien de qué lado estaría una vez lo hubiera terminado. Ahora que ya lo he hecho, creo que puedo decir que estoy en un punto intermedio, más tirando al sí me ha gustado, pero teniendo la sensación de que he estado ante un libro algo extraño que puede, o no, entenderse.
A través de capítulos sumamente cortos, algunos incluso ocupaban solo media página, y usando una narración en tercera persona a través de nuestros tres protagonistas, Wink, Poppy y Midnight, este libro, como digo, resulta ser tan raro como los nombres de los personajes principales, aunque a originales no le gana nadie, todo hay que decirlo. Creo que, sin tener el propio libro una división claramente diferenciada, la trama se puede sentir como dos momentos completamente diferentes que se ven separados por un punto de inflexión justamente en su mitad, haciendo que tengamos dos subtramas que, aunque comparten un punto de unión o conexión, han dado momentos distintos con los que la lectura cambia de aires, manteniéndose siempre en constante movimiento. La verdad es que no sabría qué deciros de la primera parte de Wink Poppy Midnight más que no esperaba que el libro fuera ni comenzara de esa manera. Para seros sincera, esperaba un libro con una narración más descriptiva, más completa, más abultada y más pausada. Y, sin embargo, nada más abrir el libro nos topamos ya con un asunto bastante crudo, impotente y que te da un poco de rabia, suponinedo el pistoletazo de salida a una historia que bien podría definirse como un cuento de hadas moderno. Creo que la autora, jugando con eso de crear un cuento clásico adaptado a nuestra realidad y sociedad actual, ha querido desde el comienzo dejarnos una trama con metáforas, enseñanzas o moralejas, partiendo desde una situación complicada en el que veremos el lado más egoísta, más vil y más despreciable de una persona. Con los términos de villano, el lobo de Caperucita roja, y el héroe que viene a salvarnos a todos y a todas, estas páginas están hechas para comprender la relación que hay entre los tres protagonistas, la que ya existía de antes y la que se empieza a crear después. Se tocan temas como el maltrato psicológico, el abuso o el bullying, las relaciones tóxicas o la posesividad y todas sus consecuencias, teniendo también el lado más oculto y más sentimental, una forma de ver de qué manera puede afcetarle a una persona ser criada entre una familia que te quiere u otra desestructurada. Esta parte de la lectura no variará demasiado en ello, centrándonos en la exploración de los tres personajes, viendo de qué manera se van relacionando, se van alejando y cómo se pretende salir de situaciones que no tienen ninguna justificación aparente, donde el movimiento de los diferentes hilos que los mantienen a todos de pie supondrán caer en un camino u otro, actuando más como títeres que otra cosa. Se trata, sobre todo, de una manera de ir dando a Wink, Poppy y Midnight los roles que, más adelante, tendrán para el funcionamiento de lo que queda de la historia, creando aquí la base que dará sentido a ese punto de inflexión que ya he mencionado anteriormente y que no será más que un giro argumental inesperado que, de repente, añade un misterio en el que encontrar lo perdido será fundamental.
Bajo la pluma de April Genevieve Tucholke, que sigue con las características para parecer que se trata de una fábula, ya que no dejamos atrás el estilo de cuento clásico, la ambientación cobra también un papel importante, siendo uno de los principales motivos por los que este libro tanto me llamaba la atención mientras lo iba leyendo. Retomemos de nuevo el tema de los cuentos clásicos. Os digo desde ya que la autora no hace fusión entre realismo mágico y el mundo real como tal, es decir, no hay un mundo mágico de bosques encantados, ni castillos en la colina, ni duendecillos bajo el puente. Es nuestro mundo pero, de alguna manera, traslada algunos de esos elementos hacia aquí. Es por ello que la ambientación, a medida que los personajes van caminando, juega un papel fundamental. Hay toques de magia, pero esta se representa bajo lecturas de cartas, premoniciones, adivinanzas y, por qué no, poderes oscuros que también tocarán el tema de lo espiritual. Y, justamente desde ahí, empieza ese segundo momento de la lectura del que ya os he hablado. A raíz de un acontecimiento que trastoca la vida y el camino actual de nuestros personajes, se empieza a crear un misterio que, sinceramente, a mí me ha gustado y me ha tenido bastante en vilo, principalmente porque no sabía qué creer ni sabía qué estaba ocurriendo, como es normal, el libro cambia de tener un argumento muy centrado en las relaciones y todos esos temas que he mencionado arriba, a uno en el que la autora juega con nuestras mentes sin dudarlo. Wink Poppy Midnight adquiere un tono más serio, con un toque de peligro que pone el vello de punta, teniendo elementos que no hacían más que despistar y hacer que mires para allí o para allá, una manera de marear la perdiz para que no sea fácil adivinar el resultado final. La lectura seguía sinedo muy rápida y directa, entretenida e interesante, poco a poco las piezas iban encajando en su lugar. Pero el final, he de decir, no termina de cuajar, habiendo un brusco giro de los acontecimientos que no comprendí muy bien, que hace que todo lo que se ha creado hasta ahora no tenga sentido, un final extraño que, aunque el mensaje con el que llega sí se puede palpar, a mí no me ha convencido.
Esto se puede deber perfectamente a que al libro le falta muchísima profundidad. Y es aquí donde está la parte negativa de esta lectura. Todo, absolutamente todo, es una fina capa supericial de una historia que, de haberse desarrollado de manera más lenta, con más páginas y con un esquema diferente, hubiera quedado mucho más sólida y mejor. El tener una trama que no se arriesga a ir más allá hace que, por un lado, falten detalles primordiales con los que poder asentarnos bien en la historia. No es difícil seguir el ritmo de ésta, ya habéis visto que, para mí, ha sido un libro que me ha gustado de alguna manera, pero tiene mucho potencial y veo que se ha quedado en algo muy flojo. El tema de la ambientación, que de verdad que me ha parecido de lo mejor que tiene el libro, tampoco se toca demasiado a pesar de tener características muy chulas, se queda de nuevo en lo superficial. Y me da rabia pensar que podríamos haber tenido una historia alucinante donde hay muchos recovecos con el tema de las lecturas de cartas, sus señales y lo que significan, con traiciones y mucho dinamismo entre los personajes, pero se queda en poca cosa, a falta de tener más espacio para dar y crear algo más grande y detallado. Eso se refleja también en los personajes, a los que les ha fatado mucho más tiempo de cocción para, primero, conocerlos como es debido y, segundo, intentar empatizar con ellos. No ha habido ni lo uno ni lo otro, siendo muy insuslso y sin chispa, cumpliendo una función sencilla para decir me caes mal o no me caes de ninguna manera. La única que podría verse como un poquito más compleja es Poppy, un personaje que tiene algo más de vida y volumen, pero tampoco es alguien con la que quedar encantada. Es, por todo esto, por lo que comento lo del final. Al no tener bien ejecutadas las cosas más fundamentales de un libro, éste se queda con parches o huecos, sintiendo que faltan cosas para que el desenlace quede bien y tenga sentido, y desgraciadamente no ha sido así.
Bajo la pluma de April Genevieve Tucholke, que sigue con las características para parecer que se trata de una fábula, ya que no dejamos atrás el estilo de cuento clásico, la ambientación cobra también un papel importante, siendo uno de los principales motivos por los que este libro tanto me llamaba la atención mientras lo iba leyendo. Retomemos de nuevo el tema de los cuentos clásicos. Os digo desde ya que la autora no hace fusión entre realismo mágico y el mundo real como tal, es decir, no hay un mundo mágico de bosques encantados, ni castillos en la colina, ni duendecillos bajo el puente. Es nuestro mundo pero, de alguna manera, traslada algunos de esos elementos hacia aquí. Es por ello que la ambientación, a medida que los personajes van caminando, juega un papel fundamental. Hay toques de magia, pero esta se representa bajo lecturas de cartas, premoniciones, adivinanzas y, por qué no, poderes oscuros que también tocarán el tema de lo espiritual. Y, justamente desde ahí, empieza ese segundo momento de la lectura del que ya os he hablado. A raíz de un acontecimiento que trastoca la vida y el camino actual de nuestros personajes, se empieza a crear un misterio que, sinceramente, a mí me ha gustado y me ha tenido bastante en vilo, principalmente porque no sabía qué creer ni sabía qué estaba ocurriendo, como es normal, el libro cambia de tener un argumento muy centrado en las relaciones y todos esos temas que he mencionado arriba, a uno en el que la autora juega con nuestras mentes sin dudarlo. Wink Poppy Midnight adquiere un tono más serio, con un toque de peligro que pone el vello de punta, teniendo elementos que no hacían más que despistar y hacer que mires para allí o para allá, una manera de marear la perdiz para que no sea fácil adivinar el resultado final. La lectura seguía sinedo muy rápida y directa, entretenida e interesante, poco a poco las piezas iban encajando en su lugar. Pero el final, he de decir, no termina de cuajar, habiendo un brusco giro de los acontecimientos que no comprendí muy bien, que hace que todo lo que se ha creado hasta ahora no tenga sentido, un final extraño que, aunque el mensaje con el que llega sí se puede palpar, a mí no me ha convencido.
Esto se puede deber perfectamente a que al libro le falta muchísima profundidad. Y es aquí donde está la parte negativa de esta lectura. Todo, absolutamente todo, es una fina capa supericial de una historia que, de haberse desarrollado de manera más lenta, con más páginas y con un esquema diferente, hubiera quedado mucho más sólida y mejor. El tener una trama que no se arriesga a ir más allá hace que, por un lado, falten detalles primordiales con los que poder asentarnos bien en la historia. No es difícil seguir el ritmo de ésta, ya habéis visto que, para mí, ha sido un libro que me ha gustado de alguna manera, pero tiene mucho potencial y veo que se ha quedado en algo muy flojo. El tema de la ambientación, que de verdad que me ha parecido de lo mejor que tiene el libro, tampoco se toca demasiado a pesar de tener características muy chulas, se queda de nuevo en lo superficial. Y me da rabia pensar que podríamos haber tenido una historia alucinante donde hay muchos recovecos con el tema de las lecturas de cartas, sus señales y lo que significan, con traiciones y mucho dinamismo entre los personajes, pero se queda en poca cosa, a falta de tener más espacio para dar y crear algo más grande y detallado. Eso se refleja también en los personajes, a los que les ha fatado mucho más tiempo de cocción para, primero, conocerlos como es debido y, segundo, intentar empatizar con ellos. No ha habido ni lo uno ni lo otro, siendo muy insuslso y sin chispa, cumpliendo una función sencilla para decir me caes mal o no me caes de ninguna manera. La única que podría verse como un poquito más compleja es Poppy, un personaje que tiene algo más de vida y volumen, pero tampoco es alguien con la que quedar encantada. Es, por todo esto, por lo que comento lo del final. Al no tener bien ejecutadas las cosas más fundamentales de un libro, éste se queda con parches o huecos, sintiendo que faltan cosas para que el desenlace quede bien y tenga sentido, y desgraciadamente no ha sido así.
Por ello, y en resumen, Wink Poppy Midnight es un libro que lo tenía todo para ser una lectura alucinante, plagada de elementos muy potentes con los que se podría llegar a crear algo que nos diera momentazos pero que, en realidad, se queda en lo más básico de todo. Una ambientación que sí llama la atención y funciona algo, la falta de detalles y profundidad tanto en la propia historia como en sus personajes hace que el libro siempre ande bajo una capa superficial, siendo suficiente como para crear una lectura entretenida pero no para dejarnos una historia memorable.
Hola! No conocía este libro pero lo cierto es que no me atrae en exceso y tengo demasiados pendientes así que lo voy a dejar pasar. Muchas gracias por tu reseña.
ResponderEliminarUn saludo!
¡Hoooola!
ResponderEliminarDEsde luego por todo lo que he oído hablar de este libro pinta una historia muy diferente y original, igual que los 3 protagonistas. Me gusta eso de que sea como un cuento de hadas moderno, que empiece de una forma tan cruda y que cuente con realismo mágico PERO.... ufff, que pena que le falte profundidad, así en general. Eso es algo que me hace replantearme mucho el darle una oportunidad.
¡besos!
¡Hola! Yo lo compré de oferta hace un tiempo y la verdad es que no me gustó. El comienzo me resultó curioso, pero pasado cierto punto me tuve que obligar a continuarlo y, al final, me quedé con sensación de vacío. Como que le faltó mucho. Que quería ser "algo grande" y no logró despegar. No sé cómo ponerlo en palabras, pero creo que bastante bien lo explicaste vos.
ResponderEliminar¡Hola! Pues la verdad es que a mí siempre me toca escuchar malas reseñas de este libro y la extrañeza que tú comentas, y es por eso que me llama la atención, jajaj. Ya lo tengo pero no le he podido dar la oportunidad. ¡Gracias por la reseña! Un beso!
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